La Leucemia Felina es una de las enfermedades inmunes que
más muertes causan entre nuestros gatos; es una enfermedad de tipo vírico que
se contagia por contacto muy estrecho y
prolongado, como la ingestión de alimentos contaminados o la mordedura de otros
gatos; el virus se elimina por saliva (más importante), heces, leche,
secreciones traqueales, sangre y lágrimas; en el caso de gatas preñadas,
transmiten la infección a sus cachorros y se produce la muerte fetal o
neonatal.
La
infección suele ser asintomática, si bien puede presentar infartación de los
linfonodos (ganglios grandes) y algo de fiebre. Los gatos desarrollarán, entre
1 y 5 años más tarde, diferentes cuadros patológicos según los órganos
afectados, además de estar predispuestos a otras enfermedades secundarias
debidas a la inmunosupresión que produce el virus. La esperanza de vida es
corta, con un máximo de 2 a 3 años tras el diagnóstico.
Los
principales efectos de la infección son la aparición de neoplasias,
mielosupresión (reducción de la actividad de la médula ósea, dando lugar a
anemia y falta de plaquetas)e inmunosupresión (aumenta la susceptibilidad a
enfermedades secundarias), además de poder producir otro tipo de fallos
orgánicos.
La
Leucemia felina puede cursar en dos etapas:
1. Una
viremia primaria; es una fase primaria de la infección en la que el gato puede
hacer frente al virus si tiene un sistema inmune competente y así detener la progresión a…
2 …
Una viremia secundaria, un estado más tardío caracterizado por una infección persistente de la médula ósea y otros tejidos; si
llegamos a este estadío, nuestra mascota permanecerá infectada de por vida.
El
diagnóstico clínico resulta complejo, por lo que se suelen requerir análisis
laboratoriales para su detección. Se analiza la presencia del virus en sangre
buscando un antígeno que se denomina “p27”.
¿Qué
gatos son los más predispuestos? Los animales más susceptibles de padecer la enfermedad son aquellos que...
- Vivan con gatos infectados o de estado sanitario desconocido.
- Tienen acceso al exterior y no se vigilan, por lo que pueden ser
mordidos por gatos infectados.
- Nacen de madres infectadas.
¿Cómo
prevengo la infección de mi gato? La
mejor manera de evitar que nuestro gato se infecte es mediante la toma de
medidas preventivas como:
1. Mantener a nuestro gato en casa y, si tiene acceso al exterior, evitar que
contacte con gatos infectados.
2. Adquirir animales sanos y evitar que convivan con gatos enfermos.
3. Si
en nuestra casa tenemos gatos infectados y gatos sanos, evitar que contacten
entre ellos y utilizar utensilios distintos para cada grupo (bebederos,
comederos, cajas de arena, etc.).
4. Considerar la vacunación de nuestros gatos sanos; antes de vacunar a nuestro
gato es necesario comprobar que es negativo, ya que, si es positivo, el gato ya
tiene la enfermedad y la vacuna no le hará nada. Esta vacuna se considera como
una vacuna no esencial; es decir, no entra dentro de las “obligatorias” en las
pautas de vacunación y no es 100% efectiva; si bien previene la enfermedad,
deberemos evitar que nuestro minino contacte con otros gatos potencialmente
infectados: gatos callejeros o adoptados
con un estatus sanitario desconocido.
¿Es
necesario vacunar? Si nuestro gato es negativo a la leucemia y va a estar
siempre en un piso no es necesario vacunarlo, ya que va a ser imposible que se
contagie; pero, si es un gato que va a poder salir al exterior y estar en
contacto con otros gatos es recomendable para minimizar el riesgo.
¿Qué
hacer si mi gato está enfermo? Si tu gato está enfermo, deberás tomar algunas
medidas para mejorar su calidad de vida lo máximo posible como...
* Tratar de evitar que salga de casa, ya que su sistema inmune no funciona como
debería y eso lo hace más predispuesto a padecer enfermedades secundarias.
* Proporciónale
una nutrición equilibrada y evita alimentarlo con carne cruda, huevos o leche
sin pasteurizar, ya que constituyen un
foco de enfermedades bacterianas que se agravan en un animal con
inmunosupresión.
*
Realiza revisiones veterinarias periódicas cada 6 meses así como una vigilancia
exhaustiva en casa para poder detectar un deterioro del estado de tu animal a
tiempo.
El
virus no resiste mucho tiempo en el medio ambiente, apenas unas horas, pero los
animales con leucemia son más susceptibles de padecer otras enfermedades que sí
pueden permanecer en el ambiente, por lo que, si tras tener un animal enfermo
quieres traer otro a casa, debes desinfectar bien todo para evitar problemas
innecesarios.
La
Leucemia Felina no es una enfermedad zoonósica, pero hay que tener en cuenta
que, como ya he dicho antes, estos animales son más susceptibles de padecer
otras enfermedades que sí pueden serlo, por lo que se recomienda que personas
inmunodeprimidas, niños pequeños, ancianos o mujeres embarazadas no tengan
contacto con estos animales.
BIBLIOGRAFÍA
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