jueves, 28 de marzo de 2013

La Leishmaniasis II

En la anterior entrada, La Leishmaniasis I, hablamos de lo que era la enfermedad y de su transmisión; en esta entrada hablaré de los síntomas que produce y de su prevención.


Una vez que el parásito ha penetrado en nuestra mascota y ésta no ha sido capaz de eliminarlo, se multiplicará en el interior de los macrófagos, convirtiéndose en una enfermedad sistémica que afectará a cualquier órgano o tejido, con la consecuente aparición de unos síntomas muy variables o bien, puede quedar en estrado latente, en el que el parásito se queda acantonado, siendo posible que la enfermedad no se presente nunca o que progrese.

Si tenemos la mala suerte de que nuestra mascota enferma, en un principio mostrará un cuadro bastante inespecífico como pérdida de peso, apatía o fiebre, además de presentar alteraciones cutáneas, sobre todo alopecias alrededor de los ojos y en las orejas e infartación (aumento de tamaño) de los ganglios. A medida que la enfermedad avanza, encontraremos síntomas más acusados como un agravamiento de las lesiones cutáneas y alteraciones oculares y nasales, además de síntomas muy variables como disfunción renal o gastroenteritis. También presentará polidipsia (aumenta en consumo de agua), ya que uno de los principales órganos afectados es el riñón y es muy común el crecimiento exagerado de las uñas (onicogrifosis).
En un estado terminal, observaremos que el cuadro se agrava alarmantemente, con emaciación e insuficiencia renal grave, además de ser muy susceptible a infecciones secundarias, ya que su sistema inmune es prácticamente afuncional.


El tratamiento de la Leishmaniasis es de por vida, ya que es una enfermedad crónica que nunca llega a curarse debido a que el parásito se encuentra dentro de las células y acantonado en bazo y médula ósea, ha desarrollado resistencia frente a algunos fármacos y, además del tratamiento, es necesaria una respuesta inmune correcta por parte del paciente que acompañe a la acción de los fármacos. Por lo tanto, debemos concienciarnos de que el tratamiento va a ser largo y caro, ya que, además del coste de los fármacos, tendremos que realizar revisiones periódicas; también debemos concienciarnos de que el tratamiento es solamente sintomático; es decir, se producirá una curación clínica pero el animal seguirá infectado, por lo que puede haber recaídas y será un reservorio del parásito.

Una de las preguntas más frecuentes e importantes es la de si podemos contraer nosotros la enfermedad al tener a nuestro animal parasitado; la Leishmaniasis sólo se transmite mediante la picadura del mosquito; nuestro perro, per se, no supone ningún problema para nosotros, por lo que no nos va a transmitir la enfermedad por convivir con él.


¿Cómo prevenir la enfermedad? La prevención es el "tratamiento" más efectivo; deberemos evitar el contacto con los flebotomos; es decir, procurar no pasear a nuestra mascota durante las horas de más actividad de los mismos, que son el anochecer y el amanecer, procurarle a nuestra mascota una zona de descanso en la que los flebotomos no puedan entrar (lo mejor es que duerma dentro de casa), colocar telas mosquiteras en ventanas y puertas (deben ser más densas que las mosquiteras normales porque los flebotomos son mucho más pequeños), utilizar repelentes de insectos y limpiar todas aquellas zonas en las que el insecto se pueda albergar y reproducir; a diferencia de los mosquitos, los flebotomos prefieren zonas secas como sótanos o escombros. También podemos recurrir a la ayuda de productos específicos para nuestros perros como pipetas o collares repelentes.
En el caso de viajar de una zona en la que el parásito aún no está muy extendido como es el caso de Galicia (aunque ya empieza a ser problemático) a una zona endémica, hay algunos productos, como el Leishguard que, correctamente aplicados, estimulan la correcta respuesta inmune de nuestra mascota, por lo que es recomendable que, antes de realizar un viaje a una zona endémica de Leishmania, hablemos con nuestro veterinario para que nos de las mejores recomendaciones.

Imágenes 1 y 2 extraídas de Google

ENLACES INTERESANTES
Preguntas frecuentes y sus respuestas en: http://www.clinicateckel.com/faqmosquito.html

martes, 26 de marzo de 2013

La Leishmaniasis I

Hoy voy a hablaros un poco de la Leishmaniasis; como es un tema bastante largo y, a mi parecer, muy importante, voy a dividirlo en dos entradas; en esta primera haré una pequeña introducción a la enfermedad, qué es y cómo se transmite, y en la segunda, que espero publicar mañana, ya hablaré de la enfermedad en sí.


La Leishmaniosis es una enfermedad bastante grave, producida por un protozoo; en el mundo nos encontramos con hasta 20 especies diferentes de Leishmania. Su principal problema radica en que, además de ser un problema veterinario, constituye un problema de salud pública, ya que es una zoonosis, siendo la enfermedad que más muertes causa después de la Malaria.

La Leishmania se encuentra de forma endémica en la costa mediterránea, siendo frecuente encontrar a perros afectados en el Levante peninsular; pero que estén afectados, no significa que estén enfermos, ya que la manifestación de la enfermedad depende de la respuesta inmune de nuestro animal así como de la cepa del parásito, siendo los animales más susceptibles aquellos menores de 3 años y mayores de 8.


¿Cómo se transmite el parásito? El parásito se transmite a través de los llamados vectores biológicos; es decir, a través de otro ser vivo, en este caso un flebotomo (un insecto similar a los mosquitos),  necesario para la transmisión, ya que, en él, el parásito "madura" para poder atacar a su siguiente víctima.


El ciclo se cierra de la siguiente forma: la hembra de flebotomo (hematófaga), pica a un animal enfermo, en cuya sangre se encuentra el parásito; en el flebotomo, el parásito "sufre" una serie de modificaciones hasta llegar a la forma infectiva para el hospedador  y así, cuando ese flebotomo pica a otro animal, el parásito es liberado al torrente sanguíneo de la víctima junto con las sustancias que inyecta el insecto.

¿Qué es lo que ocurre? En la zona en la que se alimentó el flebotomo se produce una reacción inflamatoria que atrae a los macrógafos (células defensivas), que inician el proceso de fagocitosis (se "comen" al parásito); llegados a este punto pueden ocurrir dos cosas:
Que los macrófagos de nuestro perro sean de entidad suficiente como para destruir al parásito (animal resistente) o
Que los macrófagos de nuestro animal no sean capaces de destruir al parásito, de modo que éste se multiplique en su interior y se disemine a otros órganos (animal sensible), con la consecuente aparición de la enfermedad.

Mañana publicaré los síntomas y las medidas preventivas para evitar que nuestro perro contraiga la enfermedad. Espero que os haya gustado esta pequeña introducción.

Imágenes 1 y 3 extraídas de Google 

lunes, 25 de marzo de 2013

La Leucemia Felina - Feline Leukemia


La Leucemia Felina es una de las enfermedades inmunes que más muertes causan entre nuestros gatos; es una enfermedad de tipo vírico que se contagia por contacto muy estrecho  y prolongado, como la ingestión de alimentos contaminados o la mordedura de otros gatos; el virus se elimina por saliva (más importante), heces, leche, secreciones traqueales, sangre y lágrimas; en el caso de gatas preñadas, transmiten la infección a sus cachorros y se produce la muerte fetal o neonatal.


La infección suele ser asintomática, si bien puede presentar infartación de los linfonodos (ganglios grandes) y algo de fiebre. Los gatos desarrollarán, entre 1 y 5 años más tarde, diferentes cuadros patológicos según los órganos afectados, además de estar predispuestos a otras enfermedades secundarias debidas a la inmunosupresión que produce el virus. La esperanza de vida es corta, con un máximo de 2 a 3 años tras el diagnóstico.

Los principales efectos de la infección son la aparición de neoplasias, mielosupresión (reducción de la actividad de la médula ósea, dando lugar a anemia y falta de plaquetas)e inmunosupresión (aumenta la susceptibilidad a enfermedades secundarias), además de poder producir otro tipo de fallos orgánicos.

La Leucemia felina puede cursar en dos etapas:

1. Una viremia primaria; es una fase primaria de la infección en la que el gato puede hacer frente al virus si tiene un sistema inmune competente y así detener la progresión a…
2 … Una viremia secundaria, un estado más tardío caracterizado por una infección persistente  de la médula ósea y otros tejidos; si llegamos a este estadío, nuestra mascota permanecerá infectada de por vida.


El diagnóstico clínico resulta complejo, por lo que se suelen requerir análisis laboratoriales para su detección. Se analiza la presencia del virus en sangre buscando un antígeno que se denomina “p27”.

¿Qué gatos son los más predispuestos? Los animales más susceptibles de padecer la enfermedad son aquellos que...
- Vivan con gatos infectados o de estado sanitario desconocido.
- Tienen acceso al exterior y no se vigilan, por lo que pueden ser mordidos por gatos infectados.
- Nacen de madres infectadas.

¿Cómo prevengo la infección de mi gato?  La mejor manera de evitar que nuestro gato se infecte es mediante la toma de medidas preventivas como:
1. Mantener a nuestro gato en casa y, si tiene acceso al exterior, evitar que contacte con gatos infectados.
2. Adquirir animales sanos y evitar que convivan con gatos enfermos.
3. Si en nuestra casa tenemos gatos infectados y gatos sanos, evitar que contacten entre ellos y utilizar utensilios distintos para cada grupo (bebederos, comederos, cajas de arena, etc.).
4. Considerar la vacunación de nuestros gatos sanos; antes de vacunar a nuestro gato es necesario comprobar que es negativo, ya que, si es positivo, el gato ya tiene la enfermedad y la vacuna no le hará nada. Esta vacuna se considera como una vacuna no esencial; es decir, no entra dentro de las “obligatorias” en las pautas de vacunación y no es 100% efectiva; si bien previene la enfermedad, deberemos evitar que nuestro minino contacte con otros gatos potencialmente infectados:  gatos callejeros o adoptados con un estatus sanitario desconocido.


¿Es necesario vacunar? Si nuestro gato es negativo a la leucemia y va a estar siempre en un piso no es necesario vacunarlo, ya que va a ser imposible que se contagie; pero, si es un gato que va a poder salir al exterior y estar en contacto con otros gatos es recomendable para minimizar el riesgo.


¿Qué hacer si mi gato está enfermo? Si tu gato está enfermo, deberás tomar algunas medidas para mejorar su calidad de vida lo máximo posible como...
* Tratar de evitar que salga de casa, ya que su sistema inmune no funciona como debería y eso lo hace más predispuesto a padecer enfermedades secundarias.
* Proporciónale una nutrición equilibrada y evita alimentarlo con carne cruda, huevos o leche sin pasteurizar,  ya que constituyen un foco de enfermedades bacterianas que se agravan en un animal con inmunosupresión.
* Realiza revisiones veterinarias periódicas cada 6 meses así como una vigilancia exhaustiva en casa para poder detectar un deterioro del estado de tu animal a tiempo.

El virus no resiste mucho tiempo en el medio ambiente, apenas unas horas, pero los animales con leucemia son más susceptibles de padecer otras enfermedades que sí pueden permanecer en el ambiente, por lo que, si tras tener un animal enfermo quieres traer otro a casa, debes desinfectar bien todo para evitar problemas innecesarios.

La Leucemia Felina no es una enfermedad zoonósica, pero hay que tener en cuenta que, como ya he dicho antes, estos animales son más susceptibles de padecer otras enfermedades que sí pueden serlo, por lo que se recomienda que personas inmunodeprimidas, niños pequeños, ancianos o mujeres embarazadas no tengan contacto con estos animales.


BIBLIOGRAFÍA

domingo, 24 de marzo de 2013

Displasia de Cadera - Canine hip Dysplasia


La Displasia de cadera es una de las enfermedades osteoarticulares más frecuentes en perros; especialmente en aquellos de peso superior a 20 kg, asociándose, sobre todo, a razas como el Pastor Alemán, Golden Retriever, Doberman o Rotweiller entre otros.


La Displasia de cadera se debe a una incongruencia articular entre la cabeza femoral y la cavidad acetabular; esto significa que las cabezas femorales no van a estar bien sujetas, van a aparecer luxadas o subluxadas, por lo que la cabeza del fémur va a “bailar” en la articulación.


El desarrollo incorrecto de la articulación tiene lugar durante la fase de crecimiento del animal; la Displasia de cadera provoca disfunción de la extremidad debido a la inestabilidad de la articulación, lo que, a su vez, provoca dolor e inflama y debilita los tejidos adyacentes, siendo muy frecuente la aparición de cambios degenerativos como la osteoartrosis; además, el dolor causado en las extremidades posteriores hará que el animal cargue más peso sobre las anteriores, por lo que aparecerá atrofia muscular del cuarto trasero que agravará aún más la situación.

La Displasia de cadera es una enfermedad multifactorial y hereditaria de tipo recesivo, pero no congénita; ¿qué significa esto? Significa que el factor genético es el más importante, ya que se transmite de padres a hijos, pero, un animal que tiene la enfermedad genéticamente, no tiene por qué manifestarla, ya que en la aparición de la Displasia de cadera intervienen otros factores como la obesidad, el desarrollo muscular o la nutrición; ese es el principal problema de la displasia de cadera, ya que estos individuos aparentemente sanos se utilizan en la reproducción de la raza haciendo que sus descendientes sean susceptibles de padecer la enfermedad y, por ende, extendiendo la misma. Se dice que la enfermedad no es congénita porque el animal nace con la cadera sana y, a medida que va creciendo, aparecen las alteraciones que son, principalmente, dos:

1. Las estructuras que estabilizan la articulación (cápsula articular, ligamentos y musculatura), se alargan, haciendo que aparezca la inestabilidad articular.
2. Se altera la orientación espacial de los huesos, ya sea del acetábulo, del fémur, o de los dos a la vez.
Esto significa que la cabeza del fémur y la superficie del acetábulo no van a contactar completamente, si no que será solo a través de pequeñas superficies que serán las encargadas de soportar todo el peso de la articulación, por lo que acabarán apareciendo las lesiones degenerativas.

Por ello, es importante controlar a nuestro cachorro, especialmente si es de una raza predispuesta y tratar de obtener la mayor información posible sobre el estado sanitario de los padres y de sus otros hermanos, para que, en el caso de que se nos presente el problema, solucionarlo lo antes posible.


El diagnóstico de la Displasia de cadera se realiza con una buena inspección del animal por parte del veterinario junto con un examen radiológico; sin embargo, hay que tener en cuenta, que en Europa, la FCI (Fédération Cynologique Internationale) indica que no se puede certificar a un perro como libre de displasia antes de los 12 meses excepto en razas gigantes en las que la edad mínima es de 18 meses, y en EEUU, no se certifican hasta los dos años de edad.

El tratamiento para la Displasia de cadera dependerá del grado de degeneración de la articulación, pudiendo variar desde osteotomías correctivas hasta artroplastias; nuestro veterinario nos aconsejará sobre ello dándonos la mejor opción.

Espero que os haya gustado la entrada!!

BIBLIOGRAFÍA



jueves, 21 de marzo de 2013

El Xilitol


Pensando en temas distintos… Otra vez, se me ocurrió hablar, cada mes, de un tóxico distinto; por lo que, al igual que tengo “la raza del mes”, ahora publicaré también “el tóxico del mes”… Dicho así suena un poco morboso jejeje, pero creo que puede resultar muy útil, para evitar problemas y, en el caso de que se produzcan, solucionarlos lo antes posible.

Este mes voy a hablaros del Xilitol:

El Xilitol es una sustancia conocida por todos; estamos hartos de verlo en los paquetes de chicles, caramelos, chocolates… Es una sustancia edulcorante, de origen natural, que podemos encontrar en fresas, frambuesas,… Pero de donde se extrae, mayoritariamente, es del abedul, por lo que se le conoce como azúcar de madera o azúcar de abedul.


El Xilitol tiene un sabor y una dulzura similares a la sacarosa, pero no tiene el efecto hiperglucemiante de esta última, por lo que es una sustancia indicada para personas diabéticas.
Tras esta pequeña introducción al Xilitol (más abajo dejo un enlace con la página de la que saqué esta información), vamos a lo que nos interesa: ¿Por qué es peligroso el Xilitol para nuestras mascotas??


El Xilitol es tóxico para nuestros perros porque su ingesta produce una liberación masiva de insulina que va a dar lugar a una fuerte hipoglucemia que puede llegar a dañar al hígado, ya que éste va a intentar compensar la falta de glucosa en sangre.
A los 30 minutos de su ingestión, aparecerán vómitos y nuestra mascota estará apática y descoordinada; sin embargo, algunos signos pueden tardar horas e incluso días en aparecer; si la intoxicación no se trata, el resultado puede ser fatal para nuestra mascota; por ello es importante que, si nuestra mascota ingiere algún alimento con Xilitol, deberemos llevarla al veterinario lo más rápidamente posible. 


Espero que esta entrada os haya gustado y servido de ayuda; ahora ya sabéis porqué no se deben dar gominolas a los perros; no es porque se les peguen los dientes ni nada por el estilo, si no porque para ellos, son tóxicas!!!
BIBLIOGRAFÍA

Pet Safety: Human Foods that are dangerous for Dogs and Cats
Imágenes extraídas de Google