sábado, 9 de marzo de 2013

El Parvovirus Canino


La parvovirosis es una enfermedad vírica grave que afecta a los perros, especialmente a los cachorros de entre 6 y 12 semanas que aún no han recibido la vacuna; pero también puede aparecer en perros adultos que no se hayan vacunado.


Nuestros cachorros pueden infectarse de Parvo tanto por contagio directo (contacto con perros enfermos), indirecto (por contacto con ropa, pelos, etc. infectados) o por vía transplacentaria.

Se transmite por vía oro-nasal, siendo la principal fuente de contagio las heces de animales infectados, donde aparecerá el virus a los 30 días, aproximadamente, de la infección. En los objetos inanimados, especialmente el pelo, el virus puede sobrevivir hasta 6 meses, por lo que deberemos de limpiar todos los “efectos personales” de nuestra mascota cuidadosamente en caso de que se infecte y, sobre todo, si convive con otros perros; el virus, aunque difícil de eliminar, suele ser sensible a la lejía, por lo que una buena desinfección con la misma no estaría nada mal.


El hacinamiento (demasiados animales en poco espacio) y el estrés son contribuyentes al padecimiento de la enfermedad, por lo que animales que nazcan en estas situaciones tendrán mayor riesgo.

La parvovirosis se puede presentar de dos maneras distintas:

1. La forma miocárdica, más frecuente en animales de menos de 4 semanas (frecuentemente infectados en el útero), produce muertes súbitas o repentinas, en ocasiones con diarrea y sin signos de fallo cardíaco. También puede aparecer diarrea y, tras una aparente recuperación, producirse la muerte por fallo cardíaco. Los animales que sobreviven a esta forma de la enfermedad suelen quedar con el corazón dañado de por vida.

2. La forma entérica se caracteriza por anorexia y fiebre acompañadas de vómitos y diarreas que acabarán siendo hemorrágicas. La muerte suele producirse por la grave deshidratación que sufre el animal. Los animales tratados suelen recuperarse a los 3 ó 4 días tras la infección a menos que sufran infecciones secundarias.



3. La forma cutánea, menos frecuente, cursa con eritemas y ulceraciones en almohadillas, boca y vagina.

En el caso de que nuestro cachorro se infecte, el tratamiento será sobre todo, sintomático, administrando en casi todos los casos fluidoterapia para reponer los líquidos y los electrolitos perdidos, ayuno para evitar los vómitos y las diarreas seguido de dieta blanda, antieméticos (fármacos inhibidores del vómito) y antibióticos para prevenir infecciones secundarias que nos puedan complicar el proceso.

Por ello, lo mejor frente al virus de la Parvovirosis es prevenir. Deberemos vacunar a nuestro cachorro a, aproximadamente las 6 u 8 semanas de edad con un recuerdo a las 2 ó 3 semanas siguientes y evitar, por todos los medios, que contacte con heces de animales infectados; por eso se suele recomendar a los propietarios que no paseen a sus cachorros hasta que haya recibido todas las dosis vacunales y, si convive con otros perros, deberemos asegurarnos de que su estado sanitario es bueno.

Si tenemos pensado criar con nuestra perra, lo ideal es vacunarla las 2 ó 4 semanas antes del apareamiento, pero nunca se deben vacunar perras ya gestantes porque la vacuna contiene al virus vivo; atenuado, pero vivo, por lo que puede contagiar a los cachorros.



Espero que os haya gustado la entrada!! =)

BIBLIOGRAFÍA

Imágenes 2 y 3 extraídas de google. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario