La enfermedad periodontal es una de las enfermedades más
comunes en perros y gatos. Se ha visto que está relacionada con enfermedades
sistémicas, siendo una patología relativamente sencilla de prevenir.
Esta enfermedad es más frecuente en animales mayores y de
razas pequeñas. En gatos se ha visto que la edad, la raza y el sexo influyen en
la aparición de la enfermedad y que son más predispuestos los animales
castrados o aquellos que sufren una patología concomitante como obesidad,
enfermedad renal crónica, diabetes mellitus o virus de la leucemia felina entre
otros.
¿En qué consiste esta enfermedad?
La enfermedad periodontal es una enfermedad infecciosa que
consiste en la formación de placa bacteriana; es decir, el sarro. Esta
enfermedad puede clasificarse en dos tipos:
La GINGIVITIS, que consiste en una inflamación reversible de
las encías, que desaparece cuando se elimina la placa bacteriana,
Y la PERIODONTITIS, una inflamación irreversible del tejido
no gingival, que provoca la pérdida de sujeción del diente; la periodontitis
puede mantenerse inactiva, sin observarse signos de gingivitis pero con pérdida
de fijación del diente, o activa, cuando se observa una destrucción activa de
los tejidos.
Sin embargo, la gingivitis no siempre desemboca en una
enfermedad periodontal aunque no se trate, si no que, el desarrollo de la
enfermedad depende del equilibrio entre el sistema inmune de nuestra mascota y
de la población bacteriana; factores como el estrés, el estado nutricional, la
edad o las patologías metabólicas pueden romper este equilibrio y, así,
producirse la enfermedad.
En un principio, la enfermedad periodontal es una infección
local pero que es capaz de alcanzar órganos y tejidos distantes, ya que, durante
el desarrollo de la periodontitis, las bacterias pueden alcanzar el torrente
sanguíneo y extenderse a todo el organismo; en los animales con un sistema
inmune competente, estas bacterias son eliminadas pero, si la exposición a las
mismas es prolongada, puede llegar a asociarse a una enfermedad sistémica;
además, a parte de la carga bacteriana, también se producen endotoxinas
bacterianas y toxinas procedentes de la degradación de los tejidos que pueden
agravar el proceso, bien sea por su efecto nocivo directo o por las reacciones
inmunes.
Además, aparecerá halitosis y, en los estados avanzados
suele producir dolor, con lo que nuestra mascota dejará de comer.
¿Cómo prevengo la enfermedad periodontal?
En el mercado actual, nos ofrecen múltiples productos para
reducir la placa dental: piensos especiales, juguetes, colutorios, etc. Si bien
es cierto que pueden ayudar a prevenir o a mantener, cada persona dice una cosa
distinta; a algunos les van bien los juguetes y a otros los colutorios; yo
supongo que dependerá de la fisiología del perro y de su dieta.
De todos modos, la mejor prevención que se puede realizar es
cepillar los dientes a nuestra mascota al menos, una vez a la semana; puede
resultar algo engorroso y, con algunas mascotas, especialmente con los gatos,
muy difícil, por no decir imposible, pero sería el tratamiento más ideal: se
pueden utilizar cepillos interdentales para cepillar bien toda la superficie de
los dientes o bien, con una gasa húmeda envuelta en el dedo, limpiar la cavidad
oral para eliminar la mayor parte de la placa.
Si nuestro perro o gato tiene mucho sarro, una buena opción
para quitárselo es realizarle una limpieza bucal, como las que nos hacemos
nosotros en el dentista, con el inconveniente de que se requiere anestesia
general y es una opción cara.
Espero que os haya gustado la entrada y que os haya servido
de ayuda =)
BIBLIOGRAFÍA
Imágenes 3 y 4 extraídas de Google
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