Nuestros animales también sufren procesos respiratorios. La "Traqueobronquitis Infecciosa Canina", conocida comúnmente con el seudónimo de
“Tos de las perreras” por su rápida difusión, está provocada por uno o varios
agentes (virus y bacterias).
La “Tos de las perreras” se caracteriza por ser una
enfermedad de aparición aguda y por ser altamente contagiosa que se presenta
con una tos seca y repentina; a veces con arcadas y descarga nasal. En muchas
ocasiones, estas arcadas van acompañadas de la eliminación de secreción: hay que
diferenciarla de los vómitos; muchas personas piensan que su perro ha vomitado
y creen que tiene un problema de tipo digestivo cuando, en realidad, es un
proceso respiratorio generalmente leve, aunque si coexiste con otra enfermedad
puede dar una sintomatología mucho más grave con signos de enfermedad sistémica.
Todos los animales, y de todas las edades, son susceptibles
de padecer la Tos de las perreras, si bien hay ciertas características raciales
que predisponen a la enfermedad como los perros braquicéfalos (perros de morro
chato) y las razas enanas.
La enfermedad suele aparecer en los meses de primavera y
otoño (aunque puede aparecer en cualquier mes del año) y aumenta su incidencia
después de llevar a nuestro animal a una residencia de mascotas; además,
ciertos factores ambientales facilitan la aparición del proceso, tales como las
temperaturas frías, la exposición a aerosoles, los humos, la falta de
ventilación y el estrés.
Los síntomas suelen ser leves, aunque hay una gran variación
entre individuos. Generalmente, aparece de forma repentina, con tos seca, ronca
y continua acompañada, en ocasiones, de expectoración.
El proceso generalmente es autolimitante. El tratamiento
indicado en todos los casos es un tratamiento sintomático y, en función de lo
que nuestro veterinario decida, se administrará la medicación pertinente.
Existen vacunas frente a este proceso, pero la vacunación,
aunque previene, no nos asegura que nuestro animal no enferme debido a la
cantidad de agentes que la producen y a la mutación de los virus y la resistencia de las bacterias. De todos
modos, la vacunación reduce considerablemente el riesgo; normalmente, en los
albergues caninos, antes de aceptar al animal imponen una serie de requisitos y
uno de ellos es la vacunación frente a la Tos de las perreras. Esto cobra
especial importancia en los perros chatos, que tienen mucha más predisposición
de padecer el proceso.
Espero que os haya resultado de ayuda y que os haya
gustado!! =)
(Las imágenes las encontré con el buscador Google)
En octubre mi Yecla empezó a toser, pensaba que se le había clavado un hueso, después de 2 días, lo consulté y me dijeron que tenía la tos de las perreras, es super contagioso, todos los perros de la zona tosiendo y son unos cuantos; pero con el tratamiento adecuado, solucionado en pocos días.
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